Heme aquí de nuevo
vacilando ante todo mucho
un poco más que antes
ese tal vez demás
creyendo en nada
superando inmenso tantos codos
que me dieron miedos.
Tanto susto que me dio la vida
Lo sabía mucho antes de todas las partidas falsas.
Hay tanto balazo perdido buscando víctima
inmolando su velocidad primera entre cráneos y garitos
entre tanta carambola
que preferí
bala victimaria
buscar una perdida en la salida.
Eran de la antología
las matronas y esas damiselas
entre tantas misceláneas con ternezas moviendo sus caderas
hasta muy altas horas de la madrugada.
Siempre fui un agradecido de sus delicadezas.
Me volvieron loca la cabeza.
Mujeres
Dios lo sabe
con su moraleja empuñando las tonsuras
nunca permitió ángeles con senos
por detrás o por adentro
ni afuera de los cielos
ni en el trasero patio del infierno
Eso fue mucho antes de la píldora
que regló las sangraduras.
Y hasta allí no más llegaron mis aportes
a la teoría de la poesía...
Suficiente.
Suficiente.
pero nunca contundente.
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